EL REDENTOR



Centro de resocialización para infancia y adolescencia



En colaboración con Atrapasueños, llevamos a cabo un proceso profundamente transformador con los jóvenes internos en el Centro de Rehabilitación El Redentor. Este proyecto se diseñó con el propósito de explorar las emociones, fomentar el autoconocimiento y construir un camino hacia la realización de los sueños de estos jóvenes, en consonancia con los principios de desarrollo sostenible y el bienestar colectivo. ​





​A lo largo de este proceso, se realizaron talleres interactivos y participativos, dirigidos por un grupo de seis artistas con amplia experiencia en proyectos de transformación social. Estas sesiones se centraron en crear un espacio seguro para la autoexpresión, donde los jóvenes pudieron explorar y confrontar sus miedos, descubrir sus fortalezas y visualizar sus aspiraciones. Como resultado, los talleres culminaron en la creación de dos murales: uno realizado por los jóvenes y otro por los artistas invitados. Ambos murales sirvieron como catalizadores para reflexionar sobre los sueños, los obstáculos que enfrentan y la perseverancia necesaria para cumplirlos.





Durante las sesiones, los jóvenes compartieron abiertamente sus sueños y esperanzas, enfrentándose a sus temores más profundos y analizando los desafíos que encontraban en su camino hacia la redención y la transformación personal. Este material, producto del trabajo colectivo, fue sistematizado por los artistas, quienes plasmaron las ideas y emociones recogidas en uno de los murales que ahora adorna el teatro del centro de rehabilitación. El otro mural fue realizado directamente por los jóvenes, reflejando sus experiencias y sueños de manera más personal y directa. El mural creado por los artistas fue una representación visual de las aspiraciones y reflexiones de los jóvenes, mientras que el mural realizado por los propios jóvenes capturó su visión particular de sus sueños y desafíos. Ambos murales, juntos, simbolizan tanto el poder transformador del arte, como también la capacidad de estos jóvenes para superar dificultades y avanzar con determinación, creatividad y resiliencia.





​Estos murales se erigen como símbolos de esperanza y transformación, inspirando a toda la comunidad carcelaria a creer en la posibilidad de una nueva realidad. Asimismo, refuerzan el compromiso de seguir apostando por iniciativas de inversión consciente que promuevan el bienestar común y el desarrollo de un futuro sostenible, donde todos los sueños, incluso aquellos nacidos en los lugares más adversos, tengan la posibilidad de hacerse realidad.